Esta entrada la dedico a una palabra inglesa que no tiene una traducción directa en castellano: entitlement.
Según el diccionario, entitlement equivale a «tener derecho» a cosas tan importantes como un subsidio social o una representación legal.
Sin embargo, existe una connotación más negativa del término, que implica que la persona considera que tiene derecho a todo tipo de privilegios y no manifiesta ningún tipo de agradecimiento por su suerte. El llamado sense of entitlement vendría a ser: «Tengo TODO porque lo merezco y punto», (aunque, en la mayoría de los casos, no haya hecho nada para merecerlo).
De hecho y aunque no aparece en el diccionario; las actitudes vitales que el entitlement implica no difieren mucho de las del clásico «niño mimado».
Hoy escribo sobre el entitlement porque cada vez detecto a más personas que lo padecen. Personas educadas con este sentido de «el mundo es mío», con poca o nula empatía y poca o nula humildad.

Un buen ejemplo de esta actitud ante la vida lo tenemos en la pareja formada por Ivanka Trump y Jared Kushner. Ella, por obra y gracia de su padre, se ha convertido en la «Primera Hija» de América y en asesora presidencial; cargos que ostenta con un rotundo sentido del entitlement.
Él, aunque no tiene experiencia política alguna, es también asesor presidencial. Entre otras cosas, está a cargo de conseguir la paz en Oriente Medio y de lidiar con la epidemia de consumo de opiáceos que asola EEUU y que, apuesto algo, a Jared le importa más bien poco.
SOMOS «ESPECIALES»
Ivanka y Jared son la princesa y el príncipe consorte de una presidencia totalitaria, en la que están a sus anchas pese a su ineficiencia. Y es que, además de hacerse muchas fotos bajando y subiendo del avión presidencial y de acumular cada día más dinero, no han aprovechado su posición para hacer nada bueno por el bien común (que debería ser la función de la política). De hecho, han sido terriblemente ineficaces.

Sin embargo a la gente que sufre de entitlement sus pobres resultados les dan igual. De hecho, como se puede leer en este artículo de Vanity Fair dedicado a la pareja, Ivanka y Jared no tienen ni idea de cómo ejercer unos cargos como los que ostentan, pero no les importa. «Lo que es asombroso es que no son ni mínimamente conscientes de su ineficacia. Se creen que son especiales y punto», afirma un veterano funcionario de la Casa Blanca.
EN LAS ÉLITES
En la actualidad los medios están salpicados de reportajes de hijos de famosos y/o millonarios/famosos donde se nos cuentan sus logros profesionales.
Normalmente, estos logros suelen implicar mundos como el de la moda (en la vertiente «ser modelo») o las redes sociales (en la vertiente «blogger»). La verdad es que hay pocos hijos de famosos que estudian ciencias físicas, medicina, programación o aeronáutica. Hay de todo, es cierto, pero en sus declaraciones de papel cuché y en sus sonrisas de suficiencia indisimulada detecto un acusado sentido del entitlement. Del «estoy aquí porque soy lo más, no porque mi madre sea una modelo famosa o mi padre un futbolista requetemediático».

Como dice al respecto la periodista Hadley Freedman: «El nepotismo es inevitable, pero el creerse con derecho a todo es tóxico, por lo que es esencial alertar sobre tanta tontería». Lo contaba en esta columna en The Guardian en referencia a Brooklyn Beckham, el hijo mayor del David y Victoria Beckham. Brooklyn, previa ayuda de sus papás, se comporta como una estrella precoz de la fotografía pese a que, según los entendidos, aún no reúne las condiciones para ser un fotógrafo de renombre.
El entitlement suele darse más en las clases más privilegiadas, pero hace años que esta actitud se está democratizando más y más. Así, no solo se da entre los niños ricos, también abundan criaturas con una altísima noción del «yo, yo, yo» entre las clases medias.
La oferta abrumadora, el consumismo desaforado, la carrera por ser mejores padres que el de al lado (y, en consecuencia, darles más cosas que los de al lado); el motto: «que ‘no le falte NADA’ a mi niño» (siendo NADA que lo tengan TODO); el suplir presencia con presentes; la idea de que para que el niño sea feliz no se le puede llevar la contraria, no sea que «se frustre»; el narcisismo imperante y la obsesión por la fama están generando hornadas de entitled children.
La cuestión fue tema de portada en la revista TIME en 2013 y sigue generando artículos y libros. En este reportaje se explica —con datos estadísticos—, que en EEUU la llamada Entitled Generation o Generación YO, YO, YO han sido educados confundiendo la auto-estima con el narcisismo.
Como todos, tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, pero su principal característica es la noción de tener muchos derechos pero pocos deberes y una abrumadora prepotencia. ¿Preocupante? Yo creo que sí. Ivanka y Jared son una buena muestra. //

Eva, nena com va? Has començat ja a gravar al programa de tardes de TV3? Passaâm algun enllaç per penjar al Facebook!!!
Petons guapa
Cristina Gutiérrez Lestón
Codirectora de «La Granja»
Presidenta de la Fundació per a l’Educació
Autora del llibre ENTRENA’L PER A LA VIDA (Plataforma)
Coordinadora del llibre PALABRAS DE NIÃO (Plataforma)
Granja Escola de Sta Maria de Palautordera
(Montseny)
Web: lagranja.cat
http://www.fundaciolagranja.com
Tel: 93 848 11 25 / 93 848 23 28
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Hola! Tot bé, gràcies. Vaig debutar fa uns dies, aquest dijous repeteixo… T’aviso. Molts petons, Eva
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