LA VIOLENCIA FILIO-PARENTAL SALE DEL ARMARIO

España es pionera en haber puesto sobre la mesa un tema que en muchos lugares es tabú: la violencia de hijos contra padres. En parte, esta visibilidad se debe al trabajo del psicólogo Javier Urra, autor del best-seller «El pequeño dictador». Urra, quien fue el primer defensor del Menor en España, ha organizado recientemente el I Congreso nacional de Violencia Filio-Paternal. Bajo el lema «Si tu hijo te agrede y no puedes atajarlos, busca ayuda», él y otros expertos han debatido durante tres días un tema desagradable, del que se habla poco pero que existe.

Los datos lo corroboran. Según la web del congreso, datos de la SEVIFIP (la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental) y otras informaciones que he ido recopilando:

  • La violencia intrafamiliar, aquella en la que los hijos abusan verbal, emocional, económica y físicamente de sus padres o cuidadores para tener el control, es un tema que va en aumento.

  • En 2014 hubo 6.000 denuncias por violencia de hijos contra padres. En 2013: 4.659. («Y hay que tener en cuenta la enorme cantidad de padres que no denuncian», apunta Urra), quien destaca que este no es un problema «de padres e hijos», sino un problema social, propio del siglo XXI.

  • Es una violencia que se produce en escalada: comienza habitualmente con insultos y descalificaciones, pasa a amenazas y ruptura de objetos y finaliza con agresiones físicas de índole cada vez más severa. También, es interclasista. Es decir: se da en todo tipo de familias. Pobres, ricas, clase media, desestructuradas… Hasta en «las mejores familias», que se decía.

  • Afecta más a las madres, quienes pasan más tiempo con los hijos. Es también más frecuente en padres y madres mayores y en familias monoparentales.

  • Aunque no hay un prototipo definido, el perfil suele ser el de aquellas familias en las que los padres son sobreprotectores, delegativos o permisivos, aseguran los expertos. Familias en las que los padres son «amigos de los hijos» y en la que esta permisividad ha creado «adolescentes caprichosos que no toleran la frustración».

  • El perfil de los hijos agresores es de «adolescentes de 16 y 17 años que siguen una conducta de ‘lo veo, lo quiero, lo tengo’, con rendimientos bajos en la actividad que desarrollan y con una gestión inapropiada del dinero y el tiempo libre”, ha señalado uno de los ponentes del congreso, Jordi Royo, director del centro terapéutico Amalgama-7.
    violencia hijos padres 2

  • Chicos y chicas cometen violencia por igual, aunque los varones suelen agredir de forma física y las mujeres, psicológica (cualquiera que haya visto algunos de los recientes episodios del reality Hermano Mayor, entenderá qué es la violencia psicológica: hijas e hijos que llaman «hija de puta» a la madre o se dirigen a ella con frases tipo: «tu a recoger la mesa, que es tu obligación, que para eso me has parido»).

  • La violencia física se manifiesta también en un abanico muy amplio. En este reportaje de la BBC, de Nancy Sánchez, titulado ¿Por qué los hijos pegan cada vez más a los padres?, una madre describía una agresión de su hija: «Me puso boca abajo. No podía respirar. Le rompió un dedo a su abuela cuando intentó ayudarme».

  • Los expertos describen padres «aterrorizados», «confusos», «desesperados» y «avergonzados». Tanto, que suelen tardar una media de 18 meses en denunciar el caso. Denunciar es fundamental, señalan asimismo ponentes como Francisco Romero, de la  SEVIFIP:  «Para que estos temas no se queden en privado sino que se visibilice esta problemática y se conciencie a la sociedad, porque para educar un niño hace falta toda la tribu”.

  • ¿Quiénes son los culpables? Para Urra, «no lo son hijos ni padres. Hay un conflicto. Son dos imanes mal colocados que se repelen pero si se colocan bien se atraerán. Es una patología del amor», afirmó a BBC Mundo. Hay asimismo problemas de salud mental, drogadicción o violencia ya existente entre los miembros de la familia.

  • Sin embargo, todos los expertos señalan que, en muchos casos, «la violencia es indicadora de una necesidad de límites o de una separación indispensable para desarrollarse como individuo, por eso este comportamiento sucede más en la adolescencia». (Inciso: siempre que escribo un reportaje sobre temas algo peliagudos en educación, aparecen, invariablemente, los límites que tanto se han pasado de moda en los últimos años… Diga «no» a su hijo de vez en cuando; es bueno para su salud).

  • Violencia hijos padresEntre otros factores identificados para analizar este tipo de violencia están los llamados sociales. A destacar: El incremento importante de los/as hijos/as que se convierten en un “tesoro” que hay que mimar y cuidar, son los “reyes de la casa”. Sin olvidar la escasez de tiempo para compartir con ellos que hace que «los progenitores, como forma de compensación, eviten situaciones que generen frustración, lo que dificulta el establecimiento de límites y el respeto hacia su autoridad».

  • La SEVIFIP también destaca que «la sociedad se haya vuelto más permisiva, educando a los niños en sus derechos pero no en sus obligaciones».

  • Aunque la violencia filio-paternal es una situación límite y dolorosa, existen, según los expertos, modos de solucionarla.  La Guía Básica de Actuación en situaciones de Violencia Filio-Parental (descargarla aquí: GUIA VFP para Web) es una valiosa herramienta para ello. Entre otros, plantea un cuestionario para identificar el problema (con preguntas que van del «¿Sientes miedo a molestar a tu hijo/a y evitas hacerlo?» al «¿Amenaza con hacerte o hacerse daño cuando no satisfaces sus demandas?» pasando por el «¿Te ridiculiza, humilla ante tus familiares o amistades?»).

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2 comentarios sobre “LA VIOLENCIA FILIO-PARENTAL SALE DEL ARMARIO

  1. Como demonios hemos llegado a éste punto???? Una guía para actuar en casos de violencia filio-parental? A veces pienso que nuestra sociedad estaría mejor si pudieramos volver a algo parecido a la sociedad de la Inglaterra Victoriana, donde la gente leía, era educada y los niños hacían caso. Yo por lo menos trato de preservarla en casa. Imaginense las caras de la gente de esa época si vieran ésta aberración.

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    1. Sí, Anna, una guía y todo, y un congreso, porque se ve que hay tantos padres que viven el tema y no saben qué hacer… Violencia de hijos a padres ha habido en familias en las que los padres eran violentos con los hijos (que haberlas hailas, ojo, es para otro post un día), pero la novedad aquí es que se da en familias «normales», aunque de talante muy permisivo, que han practicado el «coleguismo» con los hijos y donde no se han puesto límites. Algunos niños, con una tolerancia muy baja a la frustración, se rebotan y… ¡ala!

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