Estamos, sin duda, en una de las situaciones más extrañas que viviremos en nuestras existencias. Recluidos en casa, las 24 horas del día y sin fecha clara de salida, debido a un virus con forma de corona que ha puesto el mundo patas arriba. ¡Más de un tercio de la población del planeta estamos confinados!
Esta situación inédita pone a prueba a la familia que se ver forzada a convivir de una forma intensísima. En mi caso, de tener dos hijos adolescentes que entraban y salían, nos vemos los cuatro en casa, 24/7, con una gata gordísima por testigo. Incluso ella parece estar algo agobiada por tenernos en su territorio todo el día.
Frente a los que quieren que esta vivencia se convierta en otra competición para demostrar que somos los mejores padres —los más activos, entregados e imaginativos— y que vamos a pasar esta prueba con sobresaliente, yo reivindico otra cosa.
Reivindico, más que nunca, el aprobado. Y un cierto laissez faire en estas anormalísimas circunstancias. Con un cinco, repito, basta. Lo explico en este reportaje en la nueva sección de Parenting del Magazine de La Vanguardia que aprovecho para presentaros. Espero que os sea útil. Un abrazo (virtual, por supuesto).

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