Es un eslogan, sí, pero me encanta. Es una buenísima manera de sintetizar dos cuestiones que niñas y adolescentes se están encontrando hoy en día: 1) La exigencia de ser perfectas (especialmente, a nivel físico) y 2) la poca importancia que se le da a una cualidad fundamental para ir por la vida: la valentía.Sigue leyendo «VALIENTES, NO PERFECTAS»