6 comentarios sobre “La moda que los hijos elijan… ¡TODO!

  1. Es muy interesante el artículo sobre poner límites y la herarquía pero creo que el modelo a seguir tendría que ser una mezcla de un poco de todo: ni herarquía ni «laisser-faire». Tengo 4 peques (6, 3 y 2*1año) y no tengo ni tiempo para la hiperpaternidad (no tenemos ni abuelos ni hermanos a menos de 1.200km…). A mí, siempre me ha interesado el método Montessori que deja elegir a los niños lo que quieren hacer. Y intentando seguir esta propuesta, lo que mucho me impactó fue la foto que los niños escogerían como menú sólo dulces. No es cierto. Es pura consecuencia de lo que les estamos enseñando. Lo que les estamos ofreciendo. También lo de «preguntar qué preparar para comer» parece una tontería ya que con un entorno «normal» no popusiera ni caramelos ni chocolate. Me explico: A veces no sé qué preparar para comer/cenar y sí que pregunto a mis hijos para que me den alguna idea. Pero ellos comen más sanos que la mayoría de adultos que conozco por la simple razón de que desde pequeño les hemos ofrecido de todo. Propuestas para la cena son muchas veces pica-pica ya que hay tomates, olivada, olivas, pan, queso, ensalada, en fin, comida variada. Y muchas veces, en vez de flan o galletas de postre, eligen fruta o zumo. No hay nada que no coman, hasta los extremos (cabeza de cordero, hígado, cebolla cruda y guindillas en vinagre a los 18 meses). La educación empieza ya en la barriga. Si comes de todo durante el embarazo y también la lactancia, estos hábitos a gustos varios y curiosidad de probar cosas nuevas se transmite. Sí que hay una regla en la mesa: cada cosa se prueba y si no gusta no hay que comer de ella. Y casi nunca, muy raras veces, hay algo que de verdad no les gusta (o no les apetece en este momento).
    Lo mismo pasa con la educación para moverse y caminar. Muchas veces los dejemos escoger lo que quieren hacer y se entretienen solos durante horas: paseos por la montaña durante 3 horas, playa y mar (y conocen sus límites, es decir, ni los peques entran sólos al agua sin dar la mano!), tienen la responsabilidad de cuidar uno al otro, se levantan y se dan la mano.
    si pensáis que tengo ángeles, mentira total, ya os lo digo. Pero nunca había ninguna reina de casa ni muchas reglas (a parte de que si hay reglas, hay que vigilar a que se cumplan y con tantas cosas y tantos niños es casi imposible vigilar tanto!!!). Lo primero que tienen que aprender es respetar a los demás, respetar a la naturaleza, respetar a ellos mismos y ver cómo sus acciones influyen a su alrededor. Y aunque parece increíble, pero lo saben de pequeño, cuando aun no saben casi nada. Tienen emociones que tienen que canalizar y simplemente poner mucha autoridad (menos para las cosas 100% importantes que pueden ser peligro de salud o accidente) no favorece nada.
    Sigo eligiendo el camino de que los niños tienen que vivir con las consecuencias y es la manera más eficaz: no recoges tus dibujos? ahí se quedan. Si tus hermanos los rompen es la consecuencia de no haber recogido. Te ha caído el vaso al suelo por haber hecho tonterías en la mesa? Coge la fregona y frega. No encuentras las tijeras? consecuencia de no haberlas puesto donde tocaba, así que busca. Y funciona. Puede que algunas tareas les cuestan más, pero lo más tarde después de 5 veces dibujos rotos en pedazos o estar buscando durante horas el pegamento y no poder acabar una manualidad, llega el momento en el que las cosas de repente se recogen y van a su sitio. Y tampoco no ha matado ninguna noche sin cena. No quieres comer? No comes. Si por la noche te entra hambre, aquí te quedas. No te traigo nada. Tómate un vaso de agua y mañana hablamos si quieres cenar.

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    1. Apreciada Dorothe; ante todo, muchísimas gracias por tu comentario. Tu experiencia me parece interesantísima (¡4 hijos!) y te felicito por tu motto: «Lo primero que tienen que aprender es respetar a los demás, respetar a la naturaleza, respetar a ellos mismos y ver cómo sus acciones influyen a su alrededor». En tiempos en el que el respeto a los otros escasea y que el egocentrismo reina, me parece loable. Mi «post» surgió a partir de esta tendencia que ya he detectado hace tiempo y que consiste en preguntarles TODO a los niños por sistema en base a esta idea subliminal de que no es «democrático» decirle al niño que se vista de una manera determinada o se vaya a la cama a la hora que le toca y, más recientemente, coma lo que le conviene. Se está confundiendo la permisividad con la democracia.

      La foto de las golosinas era un recurso más… Niños como los tuyos, a los que has educado a comer de todo (¡qué maravilla!) no escogerían este «menú». El fondo es que hay niños a los que se les pregunta, por sistema, qué quieren comer, a edades muy tempranas (como si estuvieran capacitados para elegir) y a los que nunca se les ha instado a probar nada —no sea que los «forcemos» y los frustremos con la ensalada, ¡pobres!— y que acaban comiendo un menú muy limitado y poco sano. El otro día hablé con una endocrina infantil de un hospital importantísimo de aquí, en Barcelona, y me confirmó algo que sospechaba: que la sobreprotección, el «a mi niño no me lo frustren haciéndole comer algo que no le gusta» (y soy capaz de ir a hablar con la directora del colegio para que no le ponga ensalada), están vinculados con las tasas cada vez más elevadas de obesidad infantil en España. Es uno de los factores, vaya. No hay un estudio oficial así que no puedo más que comentarlo de esta manera, pero esta doctora me aseguraba que su experiencia profesional se lo ratifica.

      Respecto a las jerarquías: no reivindico, en absoluto, una vuelta a una dictadura familiar, ni a esa autoridad de antes que los padres (sobretodo ellos), daban pavor, pero sí reivindico que se pongan límites, son el maná de la educación. No digo que haya que poner centenares de ellos, pero han de haberlos, claros y firmes. Los buscan, los quieren. Yo ahora tengo un adolescente en casa en plena ebullición y me van de maravilla. También creo que en la familia tiene que haber una jerarquía donde todos sepamos donde estamos. Nunca he sido partidaria de lo de ser «amigos» de los hijos. Somos los padres, lo que ya es una pasada. Y, por último, me gusta que hables de consecuencias, porque es otro concepto educativo pasado de moda y que creo que funciona mucho mejor que los gritos. Lo que pasa es que requieren tiempo, paciencia y mucha firmeza y eso, hoy, escasea. Te felicito.

      Un saludo y, de nuevo, muchas gracias por tu contribución. Eva

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  2. Eva, tu post es una caricatura simplificada, de verdad piensas que un padre «no autoritario» deja que su hijo que vaya en bañador a la escuela o que le pegue su hijo? Por supuesto si ese es el caso claro que estoy de acuerdo contigo pero pienso que ese modelo de crianza desafortunadamente no es tan simple. En vez de criticarlo estaría bien que intentaras comprenderlo mejor. Respecto a uno de tus argumentos, el de la lactancia materna, deberías revisarlo porque es la organizacion mundial de la salud la que recomienda que dure años en vez de meses: http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/
    «La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más»

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    1. Apreciado Alberto: no comparto contigo lo de calificar mi trabajo como «caricatura simplificada» pero agradezco tu comentario. Por lo que respecta a la lactancia materna, yo soy partidaria de la misma y les di el pecho a mis hijos; pero lo que no entiendo es que cuando alguien —como yo en este caso— cuestione una tendencia cada vez más extendida: este modelo familiar tolerante/permisivo que hace responsables a los niños de cosas que no están capacitados ni les toca decidir en nombre de una mala entendida «democracia», se acabe hablando de la lactancia materna (tema que ocupa dos líneas en mi reportaje). Si te sientes criticado, lo lamento. Yo lo que hago es informar de una tendencia que existe. Muchos saludos, Eva

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      1. El problema es que tu hablas de una «moda» de crianza y la ridiculizas. Yo pienso que ha habido avances científicos en las últimas décadas en neuropsicología que demuestran que tratar a los niños de manera autoritaria tiene perjuicios en el desarrollo de su cerebro. También está demostrado que un cierto grado de participación en los límites y reglas que establecemos en casa les ayuda a interiorizar más esas normas y desarrolla su lógica y moral. Seguramente haya padres que no comprendan estas nuevas herramientas y simplemente dejen hacer a su hijo lo que quiera hasta los extremos ridículos que tu explicas en tu libro, lo que me parece un error. Pero igualmente me parece un error continuar criando a nuestros hijos sin comprender como su cerebro funciona. Por ejemplo, tu has pegado a tus hijos? les castigas o premias con cosas que anulen su interés intrínseco por lo que hacen? les dejas llorar en la cuna hasta que se duermen? Así se ha hecho toda la vida pero eso no significa que no se pueda hacer mejor

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